En un mundo inundado de productos «verdes» y «ecológicos», discernir entre lo genuinamente sostenible y lo que simplemente se presenta como tal puede ser un desafío. Aquí es donde entran en juego las certificaciones sostenibles, como el certificado OK Compost y OK Biobased de TÜV Austria, junto con normas como la EN 13432 de la Unión Europea (UE). Estas certificaciones proporcionan una guía invaluable para los consumidores que buscan tomar decisiones informadas y responsables sobre sus compras.
El certificado OK Compost garantiza que un producto es compostable en condiciones de compostaje industrial, asegurando que se descompondrá en un período de tiempo específico sin dejar residuos tóxicos. Por otro lado, el certificado OK Biobased verifica el porcentaje de contenido biobasado en un producto, lo que indica su origen renovable y su reducción de la dependencia de los recursos fósiles.
Además, la norma EN 13432 de la UE establece los requisitos para la compostabilidad y biodegradabilidad de los productos, asegurando que cumplan con estándares rigurosos antes de ser etiquetados como «compostables». Estas normas proporcionan una base sólida para la evaluación de la sostenibilidad de un producto y son reconocidas internacionalmente como indicadores de calidad y confiabilidad.
Es crucial que los consumidores se eduquen sobre estas certificaciones y normas para poder tomar decisiones conscientes y responsables. Al entender lo que significan estas etiquetas y cómo se aplican, los consumidores pueden diferenciar entre productos verdaderamente sostenibles y aquellos que solo pretenden serlo. Esto les permite optar por opciones que minimicen su impacto ambiental y contribuyan a la protección del planeta.
En última instancia, las certificaciones sostenibles y las normas son herramientas poderosas para fomentar la transparencia y la responsabilidad en la industria. Al exigir productos certificados y educarse sobre qué buscar, los consumidores pueden impulsar un cambio positivo hacia una economía más sostenible y un futuro más verde para todos.
A pesar de la importancia y la creciente demanda de certificaciones sostenibles, el desarrollo de sellos y procesos de evaluación dentro de Argentina sigue siendo un desafío. Actualmente, hay poco desarrollo en este campo en el país, lo que dificulta que los consumidores argentinos identifiquen fácilmente productos verdaderamente sostenibles. Esto resalta la necesidad de una mayor inversión y colaboración entre el gobierno, las empresas y las organizaciones ambientales para establecer estándares claros y transparentes que guíen a los consumidores hacia opciones más responsables. Al abordar este desafío y promover la creación de certificaciones locales, Argentina puede avanzar hacia un futuro más sostenible y alineado con las necesidades del planeta.